Meri -Emérito Martínez
Jiménez- pasó una parte de su juventud como cantante de un grupo de músicos
locales que amenizaban fiestas y celebraciones. Probó fortuna incluso en
Barcelona durante unos meses. Volvió a su pueblo, Madrigueras, y ofrecía
actuaciones musicales con su hermano Primitivo y su primo José Jiménezen las
fiestas de los pueblos cercanos. No pudo ganarse la vida como cantante, pero le
quedó un gusto para la música y las artes escénicas en general, y unas tablas
en el trato con sus semejantes dignas de mención. Le agrada leer poesía.
Hace dos o tres años,
hablábamos de pájaros, de jilgueros concretamente, o colorines, como los
llamamos en el pueblo. Al día siguiente, le llevé a casa el libro de Eloy
Sánchez Rosillo La Certeza, en el que aparece
un memorable poema sobre
un jilguero. "Léete esto, Meri, creo que te va gustar", le dije. Un
par de semanas después, me devolvió el libro: "No conocía a este
poeta, pero es bueno. Se nota que sabe escribir poemas, y lo más difícil, que
sabe mirar las cosas".
Dedicó casi toda su vida
activa a la agricultura, y hace ya más de tres décadas montó un bar, que
ahora regentan sus dos hijos. En el bar de Meri se cuecen quizá los
mejores caracolillos que uno haya probado, aunquea él le satisface
especialmente la ternera a la jardinera. Otra tapa que uno no debe perderse
aquí es el plato mixto de hígado y riñones a la plancha.
A principios de los ochenta,
siendo miembro de la Comisión de Fiestas, propuso un concurso de gazpacho
manchego en el cerro de San Jorge, junto a la ermita. A los pocos años, el
concurso pasó a ser Gazpachada Popular y es, desde hace más de dos décadas, el
evento festivo más importante de nuestras fiestas de Abril,y convoca en el
cerro a toda la población de Madrigueras, a los familiares y amigos de otros
lugares y a infinidad de visitantes y curiosos, en una jornada
lúdico-gastronómica que consigue que durante esas horas aparquemos los
problemas laborales, la presión de los exámenes o la preocupación por los
agobiantes datos y cifras de la crisis económico-financiera.
A sus ochenta y cuatro
años, Meri es lo que siempre ha sido: agradable, entrañable, extrovertido y
gran conversador. Hasta hace cuatro días iba a pescar al Pantano de
Alarcón; en el bar aún hay una foto suya con un siluro de varias arrobas.
Compone e interpreta canciones con su hermano Primitivo y el sintetizador de
éste -que merece también página aparte. Yo le pasaba cedés de Miguel de Molina
y Angelillo, que él se grababa. Él me regaló un cedé casero con doce de sus
canciones que, según reza en la carátula son "Historiade
su vida", y que yo guardo en la estantería de los clásicos, junto a
los de los ya mencionados, y junto a los de Caracol, Valderrama o la
Piquer.
Este sábado, 21 de Abril,
tendrá lugar la gazpachada de las fiestas de San Jorge 2012, y, si el tiempo no
lo impide, allí estaremos como cada año, en el cerro, todo el pueblo y
más, celebrando que seguimos ahí, con ganas de seguir adelante, de superar
todos los problemas que puedan ir viniendo, y que no estamos solos. Los
más jóvenes no saben que esto se lo inventó Meri, sin saber lo que inventaba.
Yo, una vez arriba, echaré algún trago a su salud, que no será ni el primero,
ni el último.