jueves, 4 de diciembre de 2014

ESTEBAN CRESPO

Esteban Crespo visita hoy Albacete. Viene, patrocinado por la Diputación, a hablar de dos de sus premiados cortometrajes. Esta mañana, presentará en el Instituto de Secundaria “Río Júcar” de Madrigueras, “Aquel no era yo”, el corto con el ganó el Goya en 2013, y con el fue nominado para los Oscar de 2014. Por la tarde, presentará en Tarazona de la Mancha, en un acto organizado por y para asociaciones de mujeres de esa localidad, el titulado “Nadie tiene la culpa”.
Esteban Crespo García, madrileño de 43 años, es guionista y director de cine; empezó en televisión, realizando documentales, para pasar después a asesorar sobre programación infantil, a la vez que se inició en el difícil mundo de la realización de cortometrajes. Antes de los dos mencionados, dirigió otros cuatro, unos de los cuales, “Lala”, fue nominado como Mejor Cortometraje de Ficción en los Goya de 2010. Ha obtenido con todos ellos, hasta la fecha, más de 200 premios nacionales e internacionales, casi la mitad de los cuales, con “Aquel no era yo”. Actualmente rueda su primer cortometraje.
Un cortometraje es, según el Diccionario de la Real Academia, “una película de corta e imprecisa duración”. La wikipedia precisa más, y propone que es “una producción audiovisual o cinematográfica que dura menos de 30 minutos”. Pero un cortometraje es algo más o algo diferente a lo que su nombre pudiera indicar. Es mucho más y mucho más difícil que eso: un buen corto dice lo mismo, y a veces, mucho más, aunque  con muchos menos personajes y con muchísimos menos recursos, que una película de una duración normal; un buen corto, además, hace pensar y sentir, tanto o más que un buen largometraje, en cuatro o cinco veces menos tiempo; un buen corto suele emocionar antes, más y con más intensidad que un largo.
Yo creo que el cortometraje, como género, es un gran desconocido en nuestro país, a pesar de que dos de los más famosos y más importantes, y acaso dos de los que dieron inicio a este género, son las obras con las que empezó nuestro cineasta más importante, Luis Buñuel; me refiero, como ya saben, a “Un perro andaluz”, de 1929, y “Las Hurdes, tierra sin pan”, estrenada en 1933.
Algunos, hemos tenido la oportunidad de ver previamente las dos pequeñas, pero enormes, producciones que nos presenta hoy Esteban Crespo. “Nadie tiene la culpa”, condensa y resuelve de forma magistralmente divertida en 14 minutos una crisis de pareja. “Aquel no era yo”, más exigente, cuenta en 25 minutos una gran historia de médicos sin fronteras y niños soldados. Pero es por lo que no cuenta expresamente, sino por lo que está implícito, por lo que esta historia nos desborda y nos encoge el corazón: al final, no es de la guerra, sino del perdón y la esperanza de lo que trata. Y es muy, muy difícil, decirlo mejor y en menos tiempo. Y ésa es, precisamente, la grandeza de un un buen cortometraje.

jueves, 27 de noviembre de 2014

PLENSA


En el discurso de entrega del Premio Velázquez de Artes Plásticas 2013 al escultor y grabador Jaume Plensa, que tuvo lugar el pasado lunes, 17 de noviembre, en el Museo del Prado, el artista barcelonés, entre otras afirmaciones de espesa enjundia, se descolgó con ésta que ha sido repetidamente referida en los últimos días por los medios y que les reproduzco textualmente:


“En un momento de tanta rigidez en la política, de tanta superficialidad en la cultura y de tanta codicia en la economía, el arte y la poesía son más necesarios que nunca para ayudar a la sociedad a crear modelos éticos de comportamiento.” Ahí es nada.


Para quien no sepa quién es, Plensa nació en la capital catalana, en 1955. Es un artista muy versátil y poliédrico, con una obra de calidad contrastada y bien reconocida: antes del Velázquez, en 2012, ya obtuvo el Nacional de Artes Plásticas y el de Arte Gráfico. en 2002 fue investido doctor Honoris Causa por el Instituto Escuela de Arte de Chicago; en 1997 fue galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas de la Generalidad de Cataluña.


Plensa ha reconocido en numerosas ocasiones su deuda con los poetas, que, según él, es mayor que la que su obra pueda tener con otros artistas.


"Los poetas me han educado, enriquecido y dado la voz y la seguridad. Me han enseñado a mirar, a vivir y sentir la vida como una respiración acompasada que ha ido permanentemente tatuando palabras y signos en la biología del lenguaje, en las células del amor y el ADN de los seres humanos", ha llegado a declarar.
Lúcida y espléndida cita, sin duda, pero es la anterior, la primera, la que de verdad reclamaba nuestra atención, especialmente el final, que les repito: “el arte y la poesía son más necesarios que nunca para ayudar a la sociedad a crear modelos éticos de comportamiento.”


La poesía es uno de los géneros de la literatura, que es una de las 7 artes -las 6 clásicas, más el séptimo arte, que, como saben, es el cine. Puede ser cierto que la poesía, el arte en general, nos dote de un conocimiento y una sensibilidad especiales y de otras cualidades, pero considerar que pueden contribuir a aportar a una sociedad esa dosis de ética necesaria para extirparle los males que señala Plensa, creo que es ser demasiado optimista.


Ojalá tuviera razón el artista barcelonés! Ojalá contemplando al Greco, o a Picasso, o leyendo a Bécquer o a Cernuda se restituyera la ética en ciertos sectores de la sociedad, esa ética arrasada por la mediocridad, la deshonestidad y la avaricia de quienes estaban o están aun al frente de importantes administraciones e instituciones,. Pero no, nos tememos, amigo Plensa, que no es así. Y nos tememos que esas palabras salen más del corazón que de la cabeza,  y expresan más un deseo o una ilusión que una realidad o una verdad objetiva y contrastable. Y con eso, como tantas veces, nos tenemos que conformar.

jueves, 20 de noviembre de 2014

EN EL PASO DE CEBRA

Algunas veces pasan estas cosas. Aparcas donde acostumbras, en el mismo lado del bulevar, bajo el  mismo árbol, ya sin hojas, de siempre. Bajas del coche y, de camino al trabajo, te la encuentras ahí, tirada en el paso de cebra, chafada en un extremo, sin duda atropellada y abandonada en medio de la calle: una barra de pan que alguien, quizá por las prisas, perdió o no quiso recoger cuando acaso se le cayó de una bolsa de plástico escasa y frágil.
                No recuerdas haber visto nunca antes una barra de pan entera y reciente tirada en la calle como ves habitualmente esos objetos que llamamos genéricamente “basura”: ropa o calzado viejo junto a un contenedor, un periódico de ayer, arrugado o rasgado, un paquete de tabaco vacío y pisado, o una colilla. Y por eso, reparas en ello, piensas en lo extraño de la situación y vuelves la cabeza y la mirada hacia el lugar donde aún reposa la insólita barra de pan, y te quedas observándola y confirmas que es real, y que, en la parte no aplastada, está crujiente aún; por un instante haces ademán de recogerla, porque, no sabes por qué, no puedes consentir ver una barra de pan en el suelo. Pero no lo haces. Y sigues tu camino junto a las otras personas que cruzan con prisa el paso de cebra hacia sus trabajos, sus compras o sus ocios.
                Ya en el trabajo, te asalta varias veces, sin saber por qué, la imagen de la todavía dorada barra de pan, anónima y simbólica, sobre el asfalto en mitad de la calle y estropeada tal vez por accidente; la visión de la gente pasando por encima de ella sin cogerla o retirarla. Al poco, piensas que el asunto no tiene mayor importancia; sabes que hoy una barra de pan vale muy poco o casi nada, es decir 30 ó 40 céntimos. Te dices si acaso no le estás dando demasiadas vueltas a algo tan insignificante como doscientos gramos de agua, harina, levadura y sal. Y, al poco, y por un  tiempo, te olvidas de todo y te ocupas de atender los correos y las tareas que tenías pendientes. Y terminas tu jornada y sales del trabajo.
              De  camino al coche, cruzando el mismo paso de cebra, te la vuelves a encontrar, ya completamente atropellada por innumerables vehículos y apenas reconocible, pero casi en el mismo sitio. Sólo tú sabes que era, que es, pan del día. Y conduces despacio hacia tu casa, con la música de siempre, pensando en las cosas que tienes que hacer mañana.

jueves, 13 de noviembre de 2014

PODEMOS

Reconozco que, como a todos los españoles, aunque no a todos por las mismas razones, me interesa el fenómeno “Podemos”. Me parece asombroso que un grupo de treintañeros, tan bien preparados como desconocidos hace apenas medio año, sea hoy la opción política más pujante y de mayor aceptación por la ciudadanía, relegando a puestos de escasa importancia a partidos como Izquierda Unida y UPyD, y disputándole al Partido Popular y al PSOE el primer lugar en intención de voto de cara a las próximas convocatorias electorales. Y amenazando así con acabar con el eterno bipartidismo que ha dominado la vida política de nuestro país desde que podemos elgir a nuestros gobiernos.
            Está claro que el fenómeno ha sorprendido a todos, y muy especialmente a los políticos; a los que están en el gobierno, a los que están en la oposición, y a los que no acaban de decidir dónde están. Pero también a los periodistas de todas las tendencias y a otros líderes de opinión. Y también a los empresarios y a los banqueros. Y todos, como si, por una vez, estuvieran en el mismo barco, coinciden en ver en Podemos un peligro para el sistema.
            A su líder, de nombre tan políticamente evocador como Pablo Iglesias, lo acusan de todo para desprestigiarlo, y parece que cuanto más se empeñan en esa estrategia, más adeptos gana. Lo tachan de populista y de tener estrechas relaciones con regímenes tan dudosos como Venezuela o Irán. Lo tildan de proetrra, de comunista, y de no sé que más. Pero, hasta hoy, no consiguen reducir, más bien al contrario, el altísimo grado de simpatía que sigue recibiendo de los ciudadanos de todos los estratos e ideologías. Hay quien dice que un gran empresario del mundo de la comunicación inventó todo esto para disgregar a la izquierda, y que se le ha ido de las manos. Y que ahora no saben cómo reconducir tan amenazante situación.     

            Tengo un amigo que no es político ni politólogo, ni periodista ni sociólogo, ni gran empresario, ni nada de todo eso. Pero es muy observador y no tiene un pelo de tonto. Él cree que el fenómeno Podemos ha surgido, sobre todo, como respuesta aglutinante del descontento anónimo y general ante las medidas políticas adoptadas por la crisis, que han recaído sólo en los más  desfavorecidos y en las clases medias y no en quién provocó la crisis ni en quien está adoptado esas medidas, y ante los terribles casos de corrupción político-empresarial que nos asaltan diariamente. Y dice que, si los gobernantes y los poderes económico-financieros que gobiernan a los gobernantes quieren desactivar definitivamente a los muchachos de Podemos, sólo tienen que deshacer las cosas que han provocado su surgimiento y alientan su imparable ascenso. Es decir, por ejemplo, que los casos de corrupción dejen de estar intencionadamente impunes, que las consecuencias de la crisis dejen de ser pagadas sólo por los trabajadores y los parados, que cambien leyes tan injustas como la que permite a los bancos desahuciar y obligar a los desahuciados a seguir pagando las hipotecas, o la del aforamiento de políticos y magistrados, o que las grandes fortunas paguen impuestos y dejen de evadir capitales a paraísos fiscales, y un larguísimo etcétera que no cabe en este catalejo. Y sostiene mi amigo que si esto se fuera haciendo, aunque fuera poco a poco, seguramente el fenómeno Podemos iría perdiendo a la vez su razón de ser y al poco desaparecería. Y todos tan contentos. Eso dice mi amigo. Pero qué sabe él de eso, por muy listo que sea, si no es político ni politólogo, ni periodista ni sociólogo, ni nada de nada.

jueves, 6 de noviembre de 2014

LA ESCOPETA NACIONAL

En 1978 se estrenó, bajo el título de “La escopeta nacional”, la primera película de la trilogía “Nacional” o “De la familia Leguineche”. En ella, ambientada en la España del tardofranquismo, y acaso la mejor de la serie, entre otras pequeñas y disparatadas historias y líos que se imbrican y engarzan, se cuenta cómo un empresario catalán paga una cacería a miembros de la alta sociedad, políticos y amigos bien posicionados en el régimen para intentar obtener la influencia del Ministro de Industria, y colocar en el mercado un nuevo producto industrial -porteros automáticos- en la creciente industria inmobiliaria.
            Con esta película, el director de la saga, el gran Luis García Berlanga sólo pretendía hacer lo mismo que con todas sus anteriores: poner de manifiesto alguna de las miserias de la España de la época. Lo hizo con El Verdugo sobre la pena de muerte, o con Plácido sobre la falsa caridad, por ejemplo. La Escopeta Nacional muestra hasta dónde está dispuesto a llegar un tipo de ciudadano, malllamado empresario, para obtener ventajas de los políticos y beneficiarse ilícitamente, y hasta qué grado de corrupción están dispuestos a bajar algunos gobernantes para lucrarse gracias a su posición.
            Desde que tuvimos noticia de la llamada “Operación púnica”, que simplemente es uno más en la escalada de gravísimos y escandalosos casos de corrupción entre empresarios y políticos, hemos oído en más de una ocasión en tertulias de periodistas referirse a ese caso como otra “Escopeta Nacional”. Y nada más lejos de la realidad. Granados y sus secuaces dejan a los personajes encarnados por José Sazatornil y Antonio Ferrandis, el empresario Canivel y el Ministro de Industria en la película, respectivamente, en inocentes parvulitos jugando en el patio del colegio, ingenuos personajillos sin malicia. Quien haya visto la película y tenga datos del caso Operación Púnica sabe que ambas historias no pueden compararse salvo en el planteamiento. Lo de Berlanga se queda en un chiste. La magnitud de lo perpetrado y lo robado por el político madrileño y su trama suponen una vuelta de tuerca que el genial director valenciano no podría haber imaginado.

            Lo que sí hizo once años después de terminar la trilogía “Nacional”, ya casi al final de su carrera, penúltima de sus casi veinte películas fue una, que debería ser premonición y destino para los sinvergüenzas de la Operación Púnica, una película que para esos no debería ser ficción, sino cruda y próxima realidad y, que como ustedes ya sabrán, se titulaba “Todos a la cárcel”.

jueves, 30 de octubre de 2014

JOSÉ LUIS PARRA




El pasado 16 de este mes que mañana acaba se cumplieron dos años de la muerte del poeta valenciano José Luis Parra.
No fue famoso, ni siquiera bien conocido como poeta más allá de sus escasos pero entregados lectores y amigos. Vino varias veces a Albacete; la última, creo, tres años antes de su muerte, en noviembre de 2009. Ofreció, en mi opinión, una de las más conmovedoras lecturas de poemas de las que a lo largo de más de una década se dieron en el ciclo 5 Poetas en Otoño. En ella, leyó poemas de su último libro publicado en vida, De la Frontera, que algunos consideramos como uno de los mejores libros de poemas en español del presente siglo.
Yo confieso que una de las razones que me impelieron a crear el blog literario díasdiVersos, allá por 2011, fue la de reivindicar a Parra como un enorme poeta y a De la Frontera como un libro sobresaliente, y que ambos merecían un reconocimiento proporcional a su mérito. Su última entrega, Inclinándome, apareció al poco de producirse la desaparición del poeta.
Para recordar y homenajear a José Luis Parra, mañana, viernes, 31 de octubre, a las 19:30 de la tarde, en el Salon de Actos de la Biblioteca Pública de Albacete, tendrá lugar una lectura colectiva de sus poemas, en un acto público que será presentado por el escritor Antonio Cabrera, y por quien fue compañera de Parra, Susana Benet. En la lectura intervendrán más de una decena de poetas, amigos del poeta y admiradores de su obra. Una ocasión única para conocer a un poeta irrepetible.

jueves, 23 de octubre de 2014

MIGUEL CANO



Hoy quisiera recomendar con énfasis, a los albacetenses que todavía no la hayan visto, que no se pierdan la magnífica exposición pictórica de Miguel Cano, que pueden visitar en el Museo Municipal hasta el 31 de este mes.
        Se trata de una antológica de 42 cuadros, algunos de ellos expuestos por primera vez, en los que, como viene siendo habitual en las muestras de Cano, la protagonista es la ciudad de Albacete: sus edificios más emblemáticos, y otros que no lo son tanto; las calles desiertas al amanecer o al anochecer, las esquinas, las fachadas, los tejados, algunos escaparates, detalles que rematan algunos edificios, rincones de la ciudad en los que no habíamos reparado, y que el pintor nos descubre como si acabaran de ser creados.
        Aunque no es, ni mucho menos, la primera vez que contemplamos la obra de Cano; aunque sepamos bastante aproximadamente qué es lo que no vamos a encontrar ante una nueva muestra suya, no deja de asombrarnos, una vez más, su maestría, que lo convierte, en la línea de Antonio López, en uno de los mayores exponentes vivos del realismo. Quien ve por primera vez sus cuadros, no distingue, hasta acercarse a un par de metros, si se trata efectivamente de óleos o de fotografías.
        Y es cierto que en cada exposición, incluso en los mismos cuadros, descubrimos cosas nuevas. En ésta, ya no me he detenido tanto en la exactitud de líneas y ángulos en precisa perspectiva, o en la prodigiosa fidelidad a los lugares retratados. Ha sido el tratamiento de la luz lo que más me llamado la atención, la luz dosificada en su justa medida, fluyendo por los tejados y las fachadas representados en los cuadros, creando en ellos lo que sólo los auténticos maestros son capaces de crear: el aire, el tiempo, la atmósfera que dota a lo representado de realidad.
        No sé si es correcto hablar de perfección en el arte. Como humanos, nunca la alcanzaremos, supongo. Y se quedará, en el mejor de los casos, en constante aspiración. Y tampoco tengo claro que sea la perfección lo que se persigue, o lo que Miguel Cano busca cuando pinta, pero si sé que su obra lleva ya mucho tiempo siendo un auténtico canto a la perfección.
       



                                                                                                      EL CATALEJO. RADIO CHINCHILLA,


                    JUEVES, 23 DE OCTUBRE 2014.

jueves, 16 de octubre de 2014

LOS NIÑOS DE LA TRIBU

Yo tenía varios temas previstos sobre los que hablar en este primer catalejo de esta segunda temporada. Pero el lunes pasado, una noticia me golpeó como un mazazo; seguro que ustedes ya la conocen: el domingo, 12 de octubre, en La Línea de la Concepción, unos menores empujaron y agredieron a un hombre de 77 años en la Plaza de Skate de Poniente porque éste les había recriminado una  conducta incívica o maleducada.
El hombre se encuentra en estado crítico, con nariz y cráneo rotos, derrame cerebral y desplazamiento de masa encefálica. Dos de los menores fueron detenidos, pero, por su condición de menores, fueron esa misma tarde puestos en libertad, eso sí, con cargos.
Seguro que todos nos hemos visto, y seguro que en más de una ocasión, frente a menores actuando de manera reprobable, y nos hemos encontrado en la disyuntiva de llamarles la atención o no hacerlo, precisamente por su reacción, o la de sus progenitores, que a veces es peor. Y somos conscientes de que somos nosotros, si no les llamamos la atención para corregir su conducta, los que, como mayores y personas responsables, actuamos incorrectamente.
En su libro “Aprender a vivir”, el profesor José Antonio Marina recuerda el proverbio africano que dice que para educar a un niño hace falta la tribu entera. Sostiene el profesor Marina que todos somos responsables de la educación de los niños de nuestra sociedad, y que todos, cada uno desde su puesto en la sociedad debe enseñar a vivir,  no sólo a sus hijos, sino también a los de los demás.

Todos pensamos que este hombre obró ejemplarmente. Pero algo pasa en la tribu cuando, ante casos como éste, que puede costarle la vida a quien hizo lo que todos deberíamos hacer sin titubeos, muy poco o casi nada se exige a los menores causantes de tal desgracia, o a sus responsables legales.

EL CATALEJO. Radio Chinchilla.
jueves, 16 de octubre de 2014.

jueves, 26 de junio de 2014

SUEÑOS


 
Lo único bueno que puede tener que ver cómo se rompe un sueño es saber que puede dejar espacio para que otro cobre forma.
En esta España de los últimos años, la de la crisis, la de la bancarrota de las cajas y el timo a los preferentistas, la del posterior rescate encubierto, la del recorte en servicios sociales y aumento del paro; la de los ajustes presupuestarios, la del caso gurtel y demás casos de corrupción y su consiguiente, hasta la fecha, impunidad; la de los desahucios y los escraches; la de casi el fin del bipartidismo; la de la abdicación el relevo exprés de la corona; la de la reforma laboral y la incertidumbre, la España del qué pasará mañana tenía hasta hace cuatro días un consuelo al menos, una alegría para los españoles, un sueño que nos servía de narcótico o pócima milagrosa para sobrellevar y sobrevivir a tal carga de sobresaltos, de preocupaciones, de pesares.
Ese sueño no es otro que el de los éxitos de nuestros deportistas, a nivel individual, y a nivel de clubes y selecciones; uno detrás de otro y a cual mayor. Y en casi todas las disciplinas… pero ninguna como en fúltbol y muy especialmente de la selección nacional. Desde hace seis años, los 2 europeos y el mundial de Sudáfrica ganados por nuestros futbolistas parecían como el antídoto administrado a la sociedad española contra la depresión provocada por excesiva dosis de problemas económicos, sociales y políticos. Y de ese sueño despertamos con los dos goles que nos endosó Chile. Eliminados y a casa. ¿Y qué hacemos ahora? ¿A qué nos agarramos ahora?
Es lo que tiene despertar de un sueño: que al abrir los ojos te das de bruces con la realidad:  la crisis, el paro, la hipoteca, la corrupción, la impunidad, la incertidumbre del qué pasará mañana, y todo lo demás. Pero ya estamos otra vez en busca de un sueño, de otro sueño que nos haga olvidar aunque sea un poco de vez de en cuando. Ya veremos si ese sueño tiene forma de selección nacional de fútbol renovada o de qué otra cosa.

El Catalejo. Radio Chinchilla,
jueves, 26 de junio de 2014.

jueves, 12 de junio de 2014

DÍA MUNDIAL CONTRA EL TRABAJO INFANTIL


Parece que hoy, jueves, 12 de junio, es el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, de la misma manera que el pasado lunes, 9 de junio, fue el Día Internacional de los Archivos, o que el día anterior, el domingo 8, fue el Día Mundial de los Océanos.
Reconozco que esto me llama la atención. No puedo dejar de preguntarme ¿quién o quiénes se dedican a poner estos nombres a cada uno de los días? ¿Cada día del año tiene su conmemoración, su causa? A poco que uno investigue, pronto se obtiene la respuesta:
Día Internacional, o Día Mundial, es el nombre que se da a la celebración, conmemoración, fiesta, festividad, etc., de una buena causa promovida por alguna organización internacional, habitualmente vinculada a las Naciones Unidas, para su observancia internacional.

Pero volviendo al tema del día de hoy, sin duda una buena causa, yo, que no paro de preguntarme cosas, me digo “¿Es una llamada de atención que nos hacen a los ciudadanos para concienciarnos de lo mal que está eso de utilizar a los niños como trabajadores, como mano de obra barata?” Espero que no, por dos razones: la primera porque estoy convencido de que los ciudadanos, el ciudadano medio de un país como el nuestro, por ejemplo, está lo suficientemente concienciado de ese tipo de injusticias, y está naturalmente en contra. Y la segunda es porque si desde Naciones Unidas, o desde los Gobiernos de los países influyentes, realmente se quiere combatir esa injusticia sólo tienen que censurar y perseguir directamente a las macroempresas, casi todas occidentales y muy conocidas, que realizan esa práctica inhumana, casi siempre en países del tercer mundo; esos cuyos ciudadanos carecen de lo más básico y sólo aspiran, saltando vallas o a la deriva en balsas de plástico, a llegar al mundo occidental. Quiero decir que si se quisiera de verdad combatir el trabajo infantil bastaría con llevar ante la justicia a esas industrias de ropa y calzado deportivo, por ejemplo, que trasladan su producción a aquellos países para ahorrarse costes en mano de obra. Si, esas marcas que, por otra parte, pagan decenas de millones de euros a los futbolistas del mundial que hoy empieza en Brasil. Ay, si se quisiera! Pero parece que no se quiere tanto...
EL CATALEJO. RADIO CHINCHILLA
jueves, 12 de junio de 2014

jueves, 5 de junio de 2014

ABDICACIONES


Sin duda la palabra estrella de esta semana es “abdicación”. El diccionario de la Real Academia de la Lengua ofrece tres acepciones, muy parecidas, de esta palabra: la primera es “Dicho de un rey o de un príncipe: Ceder su soberanía o renunciar a ella.” La segunda, Renunciar a derechos, ventajas, opiniones, etc., o cederlos.” Y la última, “Privar a alguien de un estado favorable, de un derecho, facultad o poder.”
No es una palabra de uso muy común; en primer lugar, precisamente porque está íntimamente relacionada con el ámbito de los reyes,las reinas y los reinados; también porque “abdicar” es algo que sólo los reyes pueden hacer; pero, sobre todo, porque no es habitual que un rey abdique. Coincidir en el tiempo con un rey que abdique es algo que a uno le pasa una vez o ninguna a lo largo de su vida. Y el lunes pasado nos pasó a los españoles, dejándonos descolocados, y a la prensa,a todos los medios de comunicación, sin otros argumentos informativos.
“Abdicar” es principalmente “renunciar”. Si es difícil que un rey abdique, y ya tiene que darse una complicadísima conjunción de razones, no lo parece menos que los que no somos más que simples y humildes ciudadanos de a pie renunciemos a algo de lo poco que tenemos.

Cuando un rey abdica, no lo hace porque sí: lo hace por algo lo suficientemente importante o por alguien igualmente importante. Y cuando lo hace, deja de ser rey. Vivir es enfrentarse diariamente a alternativas; y hay que escoger unas y, sobre todo, renunciar a otras. Y no siempre, ni mucho menos, estamos dispuestos a renunciar. A nada. ¿Cuándo fue la última vez que usted, que está escuchando, renunció a algo realmente importante? ¿Por qué fue? ¿Por quién?
EL CATALEJO. RADIO CHINCHILLA,
jueves, 5 de junio de 2014.

jueves, 29 de mayo de 2014

CIENTÍFICOS

A lo largo de la historia de la Humanidad ha existido un tipo de seres realmente extraños. Solían ir desgreñados, descuidados, con aspecto de locos y con pinta de amargados; quiero decir, como demasiado preocupados por cualquier tontería. Y eran, sobre todo, obstinados, obcecados hasta el extremo.
Iban a contracorriente y eran ciertamente aguafiestas: cuando estaba claro que una cosa era así, de la manera que había sido siempre, ellos se empeñaban en que no, y, pobres diablos, no les importaba dedicar su vida  a demostrar que tenían razón. Dicen que a uno, por ejemplo, lo quemaron en la hoguera porque insistía, contradiciendo a alguien que mandaba y a lo mejor sabía más que él, en que la sangre iba y venía por el cuerpo para llevar oxígeno a no sé dónde. En fin, que lo tuvieron que quemar por no bajarse de la burra.

A otro no se le iba de la cabeza la tontuna de que la tierra es redonda y chata por los polos, y no plana, que es como se ve. Les llaman, por llamarlos de alguna manera, científicos y parece que aún quedan algunos, pobrecicos. Lo último que se les ha ocurrido, y llevan bastante tiempo con esto, es lo del calentamiento global, por lo de la capa de ozono o algo así. La semana pasada, antes de lo de la Décima y las Europeas, no paraban de decirlo en las noticias, qué cansinos: que se van a derretir, o que se están derritiendo ya, los témpanos de hielo en los polos, que antes no existían, porque la Tierra era plana, y que entonces va a haber más agua en los mares, y se van a inundar las playas. Y eso sí que no. Si ya lo decía antes, si no son más que unos aguafiestas. A ver si ahora van a tener razón y nos van a dejar sin playas y sin vacaciones.
EL CATALEJO. RADIO CHINCHILLA.
jueves, 29 de mayo de 2014.

viernes, 23 de mayo de 2014

BAROJA

Dentro de tres días tendremos la opción de votar a nuestros representantes en el Parlamento Europeo, y dejando aparte el desconcierto por algún desafortunado comentario por parte de alguno de los candidatos, y sus consecuencias, y su repercusión, incluso fuera de nuestras fronteras; obviando la previsión de una más que alta abstención, resultado del escaso interés que esto de Europa suscita en la ciudadanía; sin ni siquiera considerar si hay o no propuestas y medidas concretas y eficaces para atender los problemas reales de los ciudadanos europeos; antes, en definitiva, de todo eso, aunque parezca increíble, hay quien se plantea si es europeo o no, o cuánto le falta para serlo plenamente, o si realmente le ilusiona serlo o no, y ya, por extensión, se plantea si es español o castellano o valenciano lo que sea y qué significa ser eso. Y, si uno no es eso eso, qué es.
Hace exactamente 90 años, en 1924, Baroja, en un texto titulado DIVAGACIONES APASIONADAS, a propósito de si pertenecía o no a la Generación del 98 y qué significaba pertenecer a un grupo, y tras renegar de ello y reivindicar su individualismo, iba más allá con la siguiente reflexión, que reproduzco literalmente:
Yo no sé, en verdad, si este individualismo es bueno o malo. Siempre lo he tenido, siempre he sido igualmente individualista o igualmente versátil. Antes, como muchos, me sentí universalista y aspiré a ciudadano del mundo; luego me he ido replegando sobre mí mismo, y hoy me parece demasiado extenso ser español, y hasta ser vasco, y mi ideal es ya fundar la República del Bidasoa con este lema: “Sin moscas, sin frailes y sin carabineros.”
Este programa, expuesto por mí en un folleto, no tuvo éxito, y, sin embargo, no creo que sea más estúpido que los programas de las otras Repúblicas o Monarquías.

Un pueblo sin moscas quiere decir un pueblo limpio; un pueblo sin frailes revela que tiene buen sentido, y un pueblo sin carabineros indica que su Estado no tiene fuerza; cosas todas que me parecen excelentes.

EL CATALEJO. RADIO CHINCHILLA
jueves, 22 de mayo de 2014.

jueves, 15 de mayo de 2014

AGRICULTORES

Hoy es 15 de mayo. Según el santoral, día de San Isidro, patrón de la villa y corte y, sobre todo, patrón de los agricultores. En muchos pueblos de España, y en la mayoría de los pueblos de nuestra provincia y provincias aledañas, de tradición y economía agrícolas, se celebran, se están celebrando ya en algunos, actos festivos y religiosos en su honor.
Hay romerías con las imágenes del santo desde o hacia las ermitas en las que están depositadas el resto del año; se organizan concursos de arada; hay almuerzos, meriendas y bailes populares, y muchas cosas más. Pero, como en el resto de año, nadie se acuerda realmente de los agricultores, quiero decir, de los problemas reales de los agricultores. Y, por agricultores, digo los verdaderos trabajadores del campo, sean propietarios o no.
Esos, por ejemplo, que en los 50 y, sobre todo, en los 60, desde estos pueblos paupérrimos de La Mancha, Extremadura, Andalucía, necesitaron emigrar a la vieja y rica centroeuropa para ganarse el sustento. Esos que, a los pocos años, regresaron a sus pueblos e invirtieron lo que ganaron en tierras y tractores y desarrollaron ilusionados nuestra tradición de la viticultura y el cultivo del cereal e iniciaron los cultivos de regadío ya en los setenta.
Los mismos que soñaron en los 80 y ya en la Comunidad Europea con una agricultura moderna y rentable; los mismos que al poco, al borde del milenio, despertaron de aquel sueño a golpes de cuotas y de normativas comunitarias imposibles de entender, de precios por sus productos impuestos por los mercados muy por debajo de coste de producción, a golpes, en definitiva, de desilusiones y desengaños; los mismos, en fin, que, ya octogenarios, jubilados hace tiempo, pero aún propietarios y todavía agricultores, ven cómo la tierra se devalúa, y la cebada y la uva se paga al mismo precio que hace dos o tres décadas, y nadie se acuerda de verdad de los trabajadores del campo, y…

… y la fiesta continúa. Y viva San Isidro Labrador.

EL CATALEJO. RADIO CHINCHILLA,
15 de mayo de 2014.

jueves, 8 de mayo de 2014

TRABAJADORES

Una tardía e irrelevante reflexión una semana después del Día de los Trabajadores:
Todavía se ven, recientes, cartelitos de ofertas de trabajo fijados con celo sobre puertas o escaparates de comercios cerrados por la crisis o en paredes de bajos deshabitados o sin actividad. Parece que hay quien se para a leerlos. El texto de estos anuncios viene a ser algo como esto:
“Importante empresa del sector servicios precisa incorporar asesores comerciales para su inminente implantación e inicio de actividad en la provincia. Para el puesto se requiere buena presencia, plena disponibilidad y buen nivel de inglés. Se ofrece retribución mensual, y posibilidades de formación y promoción dentro de la empresa. Interesados pueden contactar llamando al número que indicamos abajo”.
Casi como en los viejos tiempos, cuando ese tipo de empresas necesitaban emplearse tan a fondo para merecer la atención y el interés de posibles trabajadores, tan demandados  y remunerados por el sector de la construcción.

Me llama la atención que este tipo de empresas, ciertamente anónimas y de dudosa legalidad, se esmeren tanto aún en la redacción y los detalles, ya totalmente innecesarios, de sus anuncios para captar gente que acepte sus condiciones. Ciertamente hoy no hace falta tanto ni mucho menos. Alguien debería decirles que bastaría con que pusieran “buscamos gente dispuesta a hacer lo que le digamos cuando se lo digamos por un salario de mierda que le pagaremos cuando nos dé la gana” para tener muchas, muchas más personas a disposición de las que realmente necesitaran. Y ni ellas ni nadie les exigiría formalizar un contrato.

ELCATALEJO. RADIO CHINCHILLA,
jueves, 8 de mayo de 2014

jueves, 10 de abril de 2014

DISCULPE EL SEÑOR

En el monte Gurugú, quieren poner puertas al campo, a 30.270.000 km2 de campo; quieren vallar 30.500 kms de costas, encerrar en sus 54 países de miseria y desesperación a los más de 1000 millones de africanos. Y es lo mismo que pretender acotar el aire con malla de gallinero, agarrar la luz con las manos o guardarse la noche en los bolsillos.
Los jóvenes africanos -muchos con estudios, según cuentan- no cesarán de forzar fronteras y aduanas hacia Europa en busca de comida y futuro, los que occidente les usurpa en sus propios países. Llevan ya decenios llamando a nuestras puertas y los gobiernos de Europa saben que ese éxodo no parará a menos que dejen de esquilmar sus recursos y les permitan desarrollarse. Los gobiernos de Europa nos marean a los ciudadanos con la conveniencia de instalar vallas y fosos y concertinas, y espigones, y nadie se lo cree ya.
El gran Serrat anticipaba esta llamada masiva en un tema de su álbum de 1992 Utopía, “Disculpe el Señor”, de cuya letra les leo las últimas estrofas:


Disculpe el señor,
se nos llenó de pobres el recibidor
y no paran de llegar,
desde la retaguardia, por tierra y por mar.


Y como el señor dice que salió
y tratándose de una urgencia,
me han pedido que les indique yo
por dónde se va a la despensa,


y que Dios, se lo pagará.
¿Me da las llaves o los echo? Usted verá
que mientras estamos hablando
llegan más y más pobres y siguen llegando.


¿Quiere usted que llame a un guardia y que revise
si tienen en regla sus papeles de pobre...?
¿O mejor les digo como el señor dice:
«Bien me quieres, bien te quiero,
no me toques el dinero...»?


Disculpe el señor
pero este asunto va de mal en peor.
Vienen a millones y
curiosamente, vienen todos hacia aquí.


Traté de contenerles pero ya ve,
han dado con su paradero.
Estos son los pobres de los que le hablé...
Le dejo con los caballeros


y entiéndase usted...
Si no manda otra cosa, me retiraré.
Si me necesita, llame...
Que Dios le inspire o que Dios le ampare,
que esos no se han enterado
que Carlos Marx está muerto y enterrado.



EL CATALEJO. RADIO CHINCHILLA.
jueves, 10 de abril de 2014.





jueves, 3 de abril de 2014

ANNE HIDALGO Y MANUEL VALLS, DOS ESPAÑOLES EN PARÍS

A principios de esta semana escuchábamos las noticias: Manuel Valls, Ministro del Interior francés, de origen catalán, nombrado Primer Ministro de la República Francesa, ya saben, el equivalente en España a Presidente del Gobierno; y Anne Hidalgo, gaditana de nacimiento, elegida alcaldesa de París.
El primero, de 51 años, es ciudadano francés desde 1982, y militante del Partido Socialista francés desde los 17 años; ella tiene 55 años y emigró con su familia cuando tenía 8. Se afilió al Partido Socialista a los 34 años.
Comentaba con Paco y Fran, mis compañeros de transporte el martes pasado, lo inteligentes, lo trabajadores, lo competentes, lo talentosos que han de ser estas dos personas, estos dos políticos franceses, de familias emigrantes españolas, para haber tenido tanto éxito en un campo tan espinoso como el político, en el que , según cuentan, los peores enemigos no están en el partido de la oposición, sino en el propio: se trata, simplemente, de haber llegado a lo más alto desde lo más, o casi, lo más bajo. Y en Francia, nada menos, la quinta o la sexta potencia mundial, en donde, precisamente y en lo que sabemos, a los españoles no suelen regalarnos nada.
¿Se imaginan ustedes que un ciudadano de origen portugués, por ejemplo, sea el próximo anfitrión de la Moncloa? ¿O que una hija de emigrantes acaso marroquíes sea la próxima Alcaldesa de Madrid? Pues las dos cosas juntas, más o menos, es lo que ha ocurrido a principios de esta semana en Francia.
Francia, el sistema y la sociedad franceses, les han dado lo que nunca sabremos si su país, el nuestro, del que tuvieron que salir, por razones políticas, en el caso de Manuel Valls,  económicas, en el de Anne Hidalgo, le habría dado.

Sólo falta que hagan bien eso para lo que han sido nombrado y elegida, respectivamente. Creo que los españoles nos alegraríamos abundante y sinceramente de que así fuera. Algo así como cuando Nadal gana en Roland Garros o como cuando Induráin ganaba los Tour. Pero de otra manera, como más en serio, porque esto no es ningún juego.
EL CATALEJO. RADIO CHINCHILLA,
jueves, 3 de abril de 2014.